Me da por ponerme pedante, más, buscando el modo de glosar Arquitectos al Margen, y en general la manera de escribir de su autor. Suele decirse que en el medio está la virtud, entonces la excelencia se encuentra en el límite, en el filo, en el penalty de Panenka y ahí se mueve Santiago de Molina, bordeando la cursilería, pero sin caer jamás en ella, por eso es emocionante sentir la Arquitectura a través de sus textos.
Una de las cosas que más envidio es la capacidad de síntesis de la que hace gala Santiago de Molina en su blog, es fácil ser breve cuando no se sabe nada, bueno eso no es cierto, pero hacerlo contando vastos conocimientos y experiencia es extraordinario, en Múltiples Estrategias de la Arquitectura la mención siempre está acotada al tema, no hay alarde, la referencia no avasalla ni dificulta la lectura, al contrario, invita a saber más.
Con ese mismo estilo en Arquitectos al Margen hace un repaso por una serie de Arquitectos, unos muy conocidos, otros apenas mencionados en las escuelas, que de una manera u otra han dejado al menos una enseñanza para la posteridad, a veces es casi imperceptible y el autor la enfoca, otras lo que hace es desplazar la mirada a aspectos menos conocidos, menos luminosos, más brillantes. Incluso los Maestros, sobre quienes parecía no había más que escribir, admiten una mirada diferente, un escorzo que les engrandece, más.
El libro es una delicia, se lee sin esfuerzo, enseña y apetece releerlo, plagarlo de marcadores, tenerlo de referencia. Para quienes no sabemos nada, es un descubrimiento tras otro, estoy seguro que quienes sabéis algo, encontraréis la reflexión, la nota discordante o incuso la luz, como la que arroja sobre Adolf Loos, cuántos profesores hablaron de Loos, del ornamento y el delito, y por fin hoy, en tan solo página y media, lo entiendo.
Arquitectos al Margen, veinte eurillos de nada. O te lo presto si quieres.
kikeconk, el blog 