dona vida

    La primera vez que doné sangre tenía dieciocho años, en una unidad móvil en el Colegio Mayor en que entonces vivía, muchos nos animamos por primera vez. Para alguien egoista como yo, la donación de sangre se convierte en casi obligado, qué menos le puedo dar a la sociedad que veinte minutos, porque no son más, cinco para rellenar un formulario y que analicen una gota de sangre, como mucho diez para la extracción de medio litro de sangre y otros cinco para beber algo y recuperarse.

En estos diecisiete años he hecho alrededor de treinta donaciones y hace tiempo que pensaba en donar plasma y plaquetas por aféresis y lo hice hace un par de semanas. Es un proceso más pesado porque implica estar una hora aguja en vena, con ciclos consecutivos de extracción y retorno de sangre durante los que se extraen componentes,  plaquetas y plasma, pero no glóbulos rojos por lo que la recuperación es muy rápida.  En mi experiencia la aguja se movió accidentalmente a la media hora y hubo que suspenderlo, en unos meses probaré de nuevo.*

Aprovechando que estaba tumbado, y lo estaría 63 minutos, la enfermera me habló del registro de donantes de médula, creado en España por la Fundación José Carreras consiste en una base de datos, a escala mundial con los parámetros que permiten hallar posibles compatibilidades.  La posibilidad de encontrar donante no familiar es mínima pero existe y podría salvarse una vida, así que me he inscrito.**

Capítulo aparte es el de la donación de órganos en caso de muerte, hace años me hice un carné, en ALCER, declarando que donaría mis órganos si se diese el caso, sin embargo según creo llegado el trance le preguntarían a mis familiares, ¿es eficaz el testamento vital para esta situación?, parece más respetable mi voluntad de hoy,vivo y en plenas condiciones que la de familiares aturdido.

No os confundáis, no pretendo ser ejemplo para nadie, ni echarme flores, cada cual tiene su postura, pero quizás escribir este rollo le dé a alguien datos que desconocía.

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* Actualización junio 2015. En estos cuatro años y medio he donado plasma varias veces, no recuerdo cuántas pero me llaman cada dos o tres meses. La molestia es mínima, 45 minutos pinchado con una mano libre para poder leer un libro, o contestar guatsaps.
**Y en estos cuatro años a una persona cercana le ha salvado la vida una donación de médula de un brasileño. Alucinante, de Brasil a Valladolid, y cuantos más nos inscribamos en el registro, más vidas se salvarán.